Caminando a través del Umbral luminoso

No logro percibir con nitidez quién se ausculta al otro lado de ese brillo que enceguece y aturde mi panorámica estupefacta en el punto fijo del camino, es que sé donde debo ir y asimismo donde llegar, pero esa luz... qué hace allí... por qué me distrae... no sé qué quiere de mí...
¿Qué es?..
Y es así, con esa duda agónica, cuando llego a su encuentro, cuidándome de un espasmo trémulo o un carraspeo incesante de mi garganta seca ante un miedo casi inexistente y sólo creado por mi mente... ¿es real?, no lo sé...es que sólo la veo, y no sé cómo decodificar: “qué la hace ser tan inverosímil” o “por qué está en medio, simplemente brillando y haciéndose notar”.

La verdad es que es ilógico, siempre que ambulo por esas calles sin retorno, éstas se ven vacías y lúgubres, sin una cotidianeidad algo extraordinaria o atípica antes vista por mí. Pero ahora todo parece distinto, esa beldad apacible me deja ensimismado y muy intranquilo, a pesar de todos esos prejuicios humanos y sociales, me sumo en sus detalles y calmo mi paso mirándole con toda mi atención... dejando de control la cuarta dimensión que domina nuestra vida hoy en día, “el tiempo”. Estando allí me pregunto: ¿será que estoy viendo una energía mágica salir del suelo yo solo?...¿por qué nadie se detiene a observarla como yo?... ¿estaré soñando?.

Una y un sin fin de dudas llegan a mi mente en un milisegundo, es que estoy caminando es cierto, es de día, veo a la acopio de gente, estoy en el lugar de siempre, apunto de cruzar el umbral diario y todo eso es normal y real, pero ahora existe una luz que me atrae indomablemente hacia su interior, es un impulso.. un deseo un(...), simplemente no lo sé..
¿será una ilusión?...
Un grito despavorido sale de mi boca sin un control mental, diciendo ofuscadamente: ¡NO!.
El cual retumba en mi cabeza tal como el sonido de una campana en una tarde dominical, así rápidamente la incredulidad deja de apoderarse de sinapsis progresivas en mis neuronas. Entonces me creo, y no auto-niego de esa ilusión hermosa, de esa cándida e inocente luminiscencia.

Así por fin logro ver el núcleo, y un placer se apodera de mí... ya nada importa simplemente entro en sintonía con esa luz. Así mismo mi iris reacciona y ve a gente que camina y camina, el típico ambiente decorado con el ir y venir de gente a mi paso, circulando con rapidez y atónitos en ideas monopolizadas en sus discernimientos, donde no cabe más que un solo objetivo: “su bienestar social”, ese que piensan desde que salen de sus hogares; donde luchan con todos pareciendo unas fieras desenjauladas ante una vida que sólo la ven como una competencia.

En ese instante me percato que bruto y aciago ha sido mi andar por ese bello lugar, siempre apurado, y sin contemplar esos hermosos detalles, tal vez esa luz hermosa que ahora llega a mi iris de forma gratuita y que siempre llevaré en mi recuerdo, perpetuamente ha estado allí, pero ¿por qué no al noté antes?...

Por suerte, ahora ya sé la respuesta.
Y sé como jugar y vivir este regalo, este camino, ese que apodan como“vida”.
Busca las luces en los lugares que parecen inhóspitos, sueña e idealiza, ya que si existen esos bellos tonos de luz, son reales, y debes encontrarlas, sé al menos que puedo guardar este secreto contigo, pues confío en ti.